Caso clínico
Caso clínico: operación de hernias discales L4L5 transforaminal y L5S1 interlaminar
Tras una operación anterior, el paciente acude presentando una ciática a nuestro centro especialista de columna vertebral, que le provoca dolor continuo e incapacitante.
Preoperatorio
El paciente había sido operado con anterioridad de una hernia discal L4L5. Tras someterse a esta cirugía, mejoró notablemente su patología, pero pasados unos meses desarrolló una ciática similar a la que presentaba antes de dicha operación. Era menos intensa pero con un dolor continuado.
Una vez estudiado al paciente gracias a las imágenes de resonancia y exploración clínica, se observó que presentaba fibrosis en la zona que le operaron anteriormente. Esta fibrosis puede ser la causante de que se produzca la compresión del sistema neurológico, provocándole la ciática. Además, se observó que hay también una hernia discal entre la quinta vértebra lumbar y el sacro. En este caso van a abordar ambos niveles para liberar dichas estructuras neurológicas.

Operación
Se opta por el abordaje transforaminal accediendo hasta el canal. En el vídeo se puede apreciar la hernia discal que asoma debido a que no está en su ubicación natural, por lo que no están estructuradas las fibras del disco.
Poco a poco se va coagulando el tejido para después realizar pequeñas incisiones y sacar la hernia con mayor facilidad. Uno de los aparatos médicos que se emplean es un coagulador: un terminal de radiofrecuencia de alta precisión que permite retraer los tejidos y hacerlos cada vez más pequeños. Tiene varias funciones: la coagulación ya nombrada sirve para cerrar los vasos que están sangrando, mientras que la vaporización se emplea para la eliminación de tejidos. Después se llega al material discal, que se va a ir retirando progresivamente.
En este caso, el material es bastante grande, por ello es más complicado sacarlo de una sola pieza, así que se irá extrayendo poco a poco, descomprimiendo a su vez las estructuras neurológicas. Este material también se encuentra dentro del propio canal comprimiendo sus estructuras neurológicas. Además, está anclado a la fibrosis ya que este paciente ya había sido operado con otra técnica de abordaje.
A medida que tiramos del material discal, al romperse las adherencias y la fibrosis, los vasos sanguíneos empiezan a sangrar un poco, por lo que se coagulan progresivamente para evitar la formación de fibrosis en el futuro y para tener una visión óptima durante toda la operación. El material está anclado al tejido fibroso debido a la cirugía abierta previa que se realizó el paciente.

Postoperatorio