¿Qué es la endoscopia avanzada de columna?

La cirugía endoscópica de columna es una técnica mínimamente invasiva aplicada en la columna vertebral que se realiza en las clínicas de traumatología más especializadas. Dicha técnica permite tratar ciertas enfermedades de la columna vertebral como la hernia discal y la estenosis de canal, simplemente con un abordaje que requiere una incisión de menos de escasos milímetros en la piel.

Consiste en la exploración del canal espinal mediante una óptica de alta definición que aporta una fuente de luz. Consta fundamentalmente de una cámara endoscópica con un sistema óptico canalizado conectado a una pantalla televisiva de alta definición.

Se trata de una técnica quirúrgica que no ha parado de evolucionar durante los últimos 20 años, creándose nuevos métodos y accesos quirúrgicos para abordar la columna vertebral.

A la vanguardia de la tecnología

Actualmente, el Prof. Dr. Elgeadi, junto con su equipo de especialistas de columna vertebral en España, se han convertido en una de las mejores opciones para realizar este tipo de operaciones.

Con este sistema endoscópico conseguimos introducir luz y obtener una visión con una imagen de alta resolución del área del canal espinal, visualizando el disco intervertebral y las raíces nerviosas con nitidez milimétrica.

A través del canal de la óptica utilizamos las diferentes pinzas e instrumental quirúrgico necesario para el tratamiento de las distintas patologías.

Dependiendo del nivel vertebral y la patología a tratar se utilizan 3 técnicas de abordaje: transforaminal, extraforaminal o interlaminar.

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Información sobre la endoscopia de columna avanzada

Dependiendo de la zona de la columna a la que nos refiramos, la endoscopia avanzada de columna podrá realizarse mediante distintos tipos de abordaje.

  • Endoscopia de columna lumbar: es la parte más baja de la columna vertebral. Las patologías más comunes en esta zona son la hernia discal lumbar y la estenosis del canal lumbar.
  • Endoscopia avanzada de columna torácica o dorsal: esta zona está situada entre el comienzo de la médula espinal y acaba en el cóccix. Las patologías más comunes son la dorsalgia y las hipo movilidades de la columna.
  • Endoscopia de columna cervical: es la parte superior de la columna, próxima al cuello. La cervicalgia o las hernias discales cervicales son los tipos de patologías que más comúnmente se operan mediante cirugía endoscópica mínimamente invasiva.

Con la endoscopia de columna podemos fresar o perforar todas las estructuras del hueso que comprimen la salida de los nervios, tanto las láminas del canal medular como el foramen por donde salen éstos.

Existen numerosas patologías y enfermedades de columna vertebral que se pueden tratar mediante la endoscopia, como son la hernia discal lumbar y cervical o la estenosis de canal. 

La primera fase de la cirugía de columna requiere de unos 30 minutos aproximadamente. Los pasos a seguir serán los siguientes:

  • Se anestesia al paciente (en la mayoría de casos de tipo general).
  • La colocación del paciente para esta cirugía debe ser precisa: decúbito prono con almohadillados en el tórax y en la región pélvica, y basculación en flexión de las extremidades inferiores.
  • Se usan proyecciones anteroposteriores y laterales para identificar exactamente el abordaje y la entrada de la cámara óptica endoscópica.

La segunda fase quirúrgica de la endoscopia suele durar alrededor de 45 minutos:

  • Una vez identificado radiológicamente el nivel a tratar, se realiza una incisión en la piel de escasos milímetros.
  • Una vez dentro del canal espinal, se realiza la separación de la raíz comprimida para extraer el fragmento herniado. Es fundamental asegurarse de una completa liberación radicular con la exploración del recorrido del nervio y la revisión del interior del disco.
  • Posteriormente, en determinados casos se procederá a la implantación de las células madre.

La duración total de la endoscopia avanzada de columna suele ser 75 minutos.

Algunas de las ventajas de la endoscopia avanzada de columna frente a las técnicas convencionales como la cirugía abierta (las cuales también se utilizan para el tratamiento de la hernia discal lumbar y demás patologías) son las siguientes:

  • Rápida recuperación tras la cirugía endoscópica.
  • La endoscopia proporciona una visión de alta definición que no se puede obtener a simple vista o con microscopio.
  • La incisión en la piel es de escasos milímetros.
  • La agresión de los tejidos y el riesgo de complicaciones son mínimas y, por lo tanto, disminuye el dolor postoperatorio. La salida del hospital es casi inmediata tras la intervención.
  • Permite el tratamiento de patologías tanto en el canal espinal como en el foraminal-extraforaminal.
  • Menor riesgo de complicaciones degenerativas y de inestabilidad vertebral que puedan requerir cirugías más agresivas como la artrodesis intersomática (tornillos y barras).
  • Disminuye el sangrado en comparación con la cirugía abierta o la microdiscectomía.
  • Menor riesgo de infecciones gracias a la mínima incisión que se realiza en la endoscopia avanzada de columna.

El estudio previo es fundamental y debe estar compuesto por las siguientes pruebas complementarias: radiografías laterales, anteroposteriores y funcionales en máxima extensión y flexión de la columna lumbar, resonancia magnética y un estudio neurofisiológico con electromioneurograma.

El paciente debe haber mantenido al menos 6 semanas los síntomas derivados de la compresión de la hernia discal lumbar o la estenosis de canal sin alivio significativo con antiinflamatorios, analgésicos o fármacos antineuríticos.

A veces, los síntomas son tan intensos que el paciente no puede soportar el dolor y es necesario realizar una cirugía más precozmente.

Dos o tres días antes de la cirugía es preferible no tomar antiinflamatorios y seguir sólo un tratamiento con analgésicos para evitar el efecto antiplaquetario. Este protocolo no es imprescindible, pero se consigue menor sangrado durante la cirugía y por lo tanto, menor coagulación de los puntos sangrantes.

En nuestro Instituto de Cirugía Avanzada de Columna, el caso de padecer una hernia discal se añade a la endoscopia avanzada de columna la implantación de células madre concentradas, uno de los tratamientos más avanzados y novedosos dentro de las investigaciones biológicas.

Nuestra misión no es sólo aliviar el dolor del paciente con la extracción endoscópica de la hernia discal que comprimía el nervio o el espacio de las estructuras neurológicas. Además, con el tratamiento de células madre conseguimos la completa regeneración del disco intervertebral y recuperar su función, para evitar la degeneración del disco y las articulaciones vertebrales.

La diferenciación celular de las células madre aumenta la vascularización e inervación peridiscal, mejorando la difusión de los nutrientes a los componentes del disco que han sido parcialmente extraídos o dañados: el núcleo pulposo y el anillo fibroso.

Las células madre se extraen de la cresta ilíaca de la pelvis del paciente, mediante una mínima incisión percutánea de 3 mm y punción/aspiración con una aguja fina que se inserta en el interior del hueso.

Después de la extracción, se realiza una centrifugación específica en el laboratorio y se obtiene un concentrado de células que se introduce en la zona del disco intervenido con la endoscopia como guía. Se realiza durante la cirugía endoscópica en la que se ha realizado la extracción de la hernia o descomprimido las estructuras neurológicas del canal espinal o foraminal.

Con esta técnica de cirugía avanzada de columna se consigue una mejora del dolor lumbar y, en muchos casos, una regeneración del disco intervertebral.

Al cursar el alta hospitalaria, el paciente debe recibir el informe médico en el que se especifique los hallazgos quirúrgicos y la técnica utilizada.

En relación a la medicación postquirúrgica, se utilizan antiinflamatorios – analgésicos los primeros días según se requiera. Generalmente, con un fármaco analgésico suele ser suficiente, aunque mejor complementar en el informe con dos alternos por si fuera preciso. Los relajantes musculares solo se utilizan en caso de contractura lumbar.

La herida quirúrgica es de unos 0,5 cm en la parte posterior o lateral de la región lumbar. Se suele dar un punto de sutura o una grapa. Podemos realizar lavados de la herida a partir del 5º día, manteniéndola limpia y seca con curas con betadine o clorhexidina. No suele haber complicaciones de infección o aperturas de la herida debido a su  pequeño tamaño. Con  la cirugía endoscópica se realiza un lavado continuado a través de la óptica endoscópica por lo que el riesgo de infección es mínimo.

No se requiere faja lumbar y pasados los primeros 15 días puede incrementarse la actividad física. Desde el primer día, conviene realizar movimientos de la columna dorsolumbar sin excesiva energía: flexo-extensión, lateralizaciones y rotaciones. Se debe evitar en el primer mes malas posturas o manipulación de cargas pesadas.

Si existe alguna molestia lumbar por contractura de la musculatura, en relación a la postura quirúrgica, podemos aplicar calor local 20 minutos 3-4 veces al día y realizar ejercicios de estiramiento progresivos.

Si se mantiene un dolor lumbar residual pueden complementarse los ejercicios con alguna sesión de rehabilitación física, siempre recomendable ir de la mano de los mejores traumatólogos de columna en Madrid para no volver atrás

La conducción del coche puede realizarse de forma inmediata en los primeros días, aunque se recomienda utilizar un cojín los primeros días para evitar aumentar la tensión abdominal y del disco intervertebral.

En caso de cualquier complicación o incidencia consulte con el servicio de urgencias del centro hospitalario donde ha sido intervenido.

La recuperación tras la cirugía de columna endoscópica es muy rápida ya que la incisión de la piel es de tan solo 1 cm y no es necesario la colocación de drenaje.

El dolor desaparece de forma inmediata después de la cirugíaEn ocasiones, si los nervios han estado comprimidos durante mucho tiempo o intensamente, se produce hormigueo (parestesias) o acorchamiento (hipoestesias) que, progresivamente, desaparece en unas semanas.

El paciente recibe el alta hospitalaria el mismo día de la operación una vez que se recupera de la anestesia quirúrgica. Se inicia el apoyo y la marcha de forma inmediata y en la vuelta a casa no se requiere muletas ni silla de ruedas. La actividad cotidiana se recupera durante la primera semana y, en caso de practicar deporte, éste se retoma a partir de la sexta semana.

Cabe destacar la importancia de evitar esfuerzos físicos intensos antes del tercer mes pero la progresión física ayuda a la recuperación precoz. Además, realizar ejercicio de forma moderada siempre será positivo.

La herida es tan pequeña que no requiere cuidados intensos. Simplemente, se mantiene limpia y seca hasta la primera revisión, 7-10 después de la operación, donde se realiza la primera cura y se retira el punto de sutura.

Es fundamental mantener la musculatura de la espalda y de los abdominales con un buen tono muscular. Los ejercicios de estiramiento que mejoran la elasticidad dorsolumbar o los de fortalecimiento deben realizarse periódicamente para tener la espalda estructurada y evitar molestias y recaídas.

Mantener un buen peso y hábitos saludables (tabaco o alimentación) favorecen evitar los dolores de espalda.

Los resultados estudiados a corto y medio plazo son muy buenos sin requerir, en la mayoría de los casos, revisiones o nuevas cirugías de columna por haber surgido complicaciones.

Con la implantación de las células madre en el disco intervertebral dañado se estudia su mejoría clínica y su prevención en la degeneración evolutiva de la columna.

Se suele hacer control en consulta en los primeros 15 días tras la cirugía y al mes.

Si se ha realizado una implantación de células madre, las revisiones son anuales para ver la evolución de mejoría del disco intervertebral en resonancia magnética.

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Pacientes contentos
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Cirugías al año
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personas afectadas
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Hospitales y clínicas

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