Información completa de la hernia discal cervical
El disco vertebral es una estructura cartilaginosa que se sitúa entre las vértebras. Sus funciones principales consisten en amortiguar y distribuir las cargas, así como ser un nexo de unión entre un cuerpo vertebral y el adyacente.
El disco intervertebral se divide en dos partes: el anillo fibroso externo y el núcleo pulposo de estructura gelatinosa situado en la parte central.
La causa principal de la hernia discal cervical es la edad. A partir de los 20 años, empieza a degenerarse de forma progresiva el anillo fibroso. Se producen fisuras, así como protrusiones y hernias discales del núcleo pulposo. Es entonces cuando empiezan a surgir las afectaciones neurológicas y la artrosis de la columna cervical.
La hernia discal cervical está provocada por el desplazamiento del núcleo pulposo hacia la parte posterior. En muchas ocasiones, se produce por la rotura del anillo fibroso, pudiendo producirse dos situaciones:
- La rotura del anillo es incompleta y se produce una deformación contenida o protrusión discal.
- El anillo fibroso se rompe por completo y el núcleo pulposo sale al exterior, donde se encuentran la médula espinal y las raíces nerviosas que se dirigen al cuello, los brazos y las manos.
Entre los diferentes tipos de hernia discal cervical, las más comunes son las siguientes:
- Hernia cervical C5-C6. Este tipo de hernia puede presentar síntomas como debilidad en los bíceps y en los músculos extensores de las muñecas. La recuperación de la operación de una hernia discal cervical c5-C6 no es dolorosa, y el periodo de tiempo dependerá de la gravedad de la hernia cervical.
- Hernia cervical C3-C4. Los síntomas más comunes de padecer una hernia en este nivel son las contracciones musculares, así como dolor y dificultad de movimiento en el cuello, brazos y hombros.
- Hernia cervical C6-C7. Es una de las hernias cervicales más frecuentes entre los pacientes. Los síntomas más comunes que pueden manifestarse son la dificultad de movimiento del codo y dedos de la mano.
La intensidad o gravedad de los síntomas de la hernia discal cervical dependen de la compresión sobre la raíz y/o médula espinal, que es lo que provoca el dolor cervical.
La cervicobraquialgia, cervicalgia o dolor en el cuello irradiado por el hombro, brazo y dedos se produce cuando la compresión afecta a una raíz nerviosa (radiculopatía). El dolor es continuo, provoca trastornos nocturnos, hormigueo en el brazo y/o mano (parestesias), disminución de la sensibilidad (hipoestesia) y mareos.
Cuando el disco herniado comprime la médula espinal, se produce una mielopatía. Los síntomas que puede experimentar el paciente son los siguientes: alteración de la marcha, afectación de esfínteres, o anomalías en la sensibilidad y fuerza de extremidades inferiores y/o superiores.
En muchas ocasiones serán necesarias pruebas complementarias como las neurofisiológicas para estudiar el nervio pudendo, electromiografía para el estudio de los músculos del suelo pélvico, ecografía y ecografía Doppler para el estudio de las arterias y venas abdominopélvicas, resonancias magnéticas y/o TAC abdominal y pélvico, test de Stamey, ecografía prostática transrectal, etc.
En el caso de las hernias discales, es importante que el paciente identifique los síntomas de forma temprana, para evitar la evolución de la lesión. De esta forma, se podrá aliviar el dolor de forma rápida.
El diagnóstico de la hernia discal cervical debe ser riguroso y se debe realizar una minuciosa historia clínica que incluya una exploración exhaustiva del paciente y una evaluación de las pruebas complementarias que se le realicen:
- La resonancia magnética permite observar con claridad la existencia de la hernia discal cervical. Actualmente, es la prueba más eficaz para detectar esta patología ya que ofrece una imagen muy clara del pinzamiento de la raíz del nervio.
- Las proyecciones lateral y anteroposterior de una radiografía permiten analizar el estado degenerativo de los discos intervertebrales y descubrir posibles patologías traumáticas, como fracturas o luxaciones.
- El electromiograma permite medir el nivel de afectación en la zona comprimida.
La artrodesis es el tratamiento de hernia discal tradicional quirúrgico para las hernias discales cervicales. Esta técnica permite fijar segmentos en la columna cervical, lo que provoca pérdida de movilidad así como nuevas hernias y la aparición de artrosis cervical a corto y medio plazo. Asimismo, la recuperación es lenta y requiere inmovilización.
El equipo del Doctor Elgeadi evita las complicaciones de la artrodesis con la realización de una artoplastia o prótesis de disco cervical. De esta forma, el movimiento fisiológico de la columna cervical no se ve afectado.
Esta operación de hernia discal consiste en la retirada del disco y la hernia que comprime la raíz nerviosa y/o médula para sustituirla por una prótesis de disco. Uno de los objetivos principales es evitar las limitaciones en el movimiento del cuello tras la intervención quirúrgica.
Se trata de una técnica mínimamente invasiva, que tan sólo requiere un abordaje de 2 cm aproximadamente en el cuello siguiendo las marcas de la flexura cervical.
El paciente es dado de alta a las 24 horas de la intervención y no requiere ninguna inmovilización con collarín. Asimismo, la movilidad del cuello estará permitida desde el despertar de la anestesia sin restricciones.
En definitiva, la artroplastia o prótesis cervical es la técnica quirúrgica más eficaz, menos agresiva y con mayores beneficios para los pacientes que presentan una hernia discal cervical en uno o varios niveles, ya que se consigue fortalecer sus cervicales.
El equipo del Prof. Dr. Elgeadi cuenta con especialistas de hernia discal cervical en Madrid. Gracias a las técnicas innovadoras que emplean, permiten que el paciente experimente una recuperación rápida y pueda realizar sus actividades cotidianas.
Los traumatólogos expertos en cirugía de hernia discal cervical en Madrid, llevan a cabo intervenciones quirúrgicas del disco intervertebral mediante artoplastia, una cirugía mínimamente invasiva, que permite recuperar calidad de vida a los pacientes que padecen dicha patología.