Al cursar el alta hospitalaria, se elabora un informe médico en el que se especifica la técnica y la prótesis cervical móvil implantada.
En relación a la medicación postquirúrgica, con un fármaco analgésico suele ser suficiente. Asimismo, en el informe se puede complementar antiinflamatorio y analgésico. Los relajantes musculares solo se recomiendan en caso de contractura cervical.
La herida quirúrgica es de unos 3 cm en la parte lateral del cuello y sobre uno de los pliegues cutáneos cervicales. Únicamente, se pega sobre la herida unos puntos adhesivos para evitar tensionar los bordes de la herida y mantener una cicatriz lineal. No es habitual que existan complicaciones de infección o aperturas de la herida debido a su situación anatómica y la gran vascularización de la zona.
Pasados los primeros 15 días puede incrementarse la actividad física cervical, aunque conviene realizar movimientos del cuello desde el primer momento: flexo-extensión, lateralizaciones y rotaciones. Evitar en el primer mes malas posturas o manipulación de cargas pesadas.
Si existe alguna molestia cervical por contractura del cuello, en relación a la postura quirúrgica, se puede aplicar calor local 20 minutos 3-4 veces al día y realizar ejercicios de estiramiento progresivos para evitar contracturas.
Si se mantiene un dolor cervical residual pueden complementarse los ejercicios con alguna sesión de rehabilitación física en un centro especializado.
La conducción del coche puede realizarse en cuanto no haya limitaciones en la movilidad cervical.
Durante el descanso nocturno, no es necesario añadir ninguna medida especial y el paciente puede mantener la postura y la almohada que ha venido utilizando habitualmente.